Seminario abordó el rol de la Gestión de Riegos de Desastres para reducir los daños provocados por eventos climáticos extremos

También se anunció la próxima presentación de la Política Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres y Adaptación del Cambio Climático de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena.

El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos contra el Cambio Climático (IPCC) posiciona a Chile entre los países más vulnerables del mundo frente a los efectos de la crisis climática. La exposición de Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), durante el seminario “Gestión de riesgo de desastres en la agricultura: ¿Es posible prevenir y prepararse para temporadas inciertas?”, realizado en la Expo Chile Agrícola 2024, subraya la magnitud del impacto. “La sequía en Coquimbo es un ejemplo brutal; se perdió el 40% de la superficie agrícola, y el avance del desierto hacia Santiago es una realidad que seguirá en aumento”, advirtió Walker en el evento celebrado en el Mercado Mayorista Lo Valledor.

Un sector agrícola en riesgo por el cambio climático

Chile posee 75 millones de hectáreas, de las cuales 32 millones están dedicadas al sector silvoagropecuario. Sin embargo, solo 1,8 millones de hectáreas se destinan a cultivos anuales permanentes, lo que representa apenas un 2,4% de la superficie total del país. Walker destacó esta diferencia comparándola con la Unión Europea, que destina un 33% de su territorio a la producción agrícola: “Debemos adaptarnos al cambio climático y hacer más con menos”.

El sector silvoagropecuario es uno de los más expuestos a la crisis climática, especialmente la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFCI). Santiago Rojas, director nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), subrayó en el seminario que los eventos climáticos extremos afectan directamente los ingresos de los pequeños agricultores, interrumpen cadenas productivas, elevan los costos y aumentan el desempleo rural, comprometiendo así la seguridad alimentaria y la calidad de vida en comunidades rurales.

Gestión del riesgo y fortalecimiento institucional

Rojas destacó la importancia de desarrollar resiliencia en la agricultura mediante la Gestión de Riesgos de Desastres (GRD). Esta metodología permite analizar los desafíos más urgentes y mejorar la capacidad adaptativa del sector. La visión fue respaldada por Roberto Leal, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres Agrícolas (UGRA), y Ramiro Sanhueza, coordinador del Programa de Innovación y Fortalecimiento Institucional para la Seguridad Alimentaria.

Sanhueza resaltó que Chile cuenta con una vasta experiencia en gestión de riesgos y está trabajando en un Sistema de Información para generar alertas tempranas y mejorar la toma de decisiones en función de condiciones climáticas y geológicas. Este programa, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y coordinado por varios servicios del Ministerio de Agricultura, busca mejorar el monitoreo y la respuesta ante futuros desastres.

Nuevas políticas y marcos legales para una adaptación sostenible

Durante el seminario, Santiago Rojas anunció la próxima creación de la Política Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres y Adaptación al Cambio Climático de la AFCI 2025-2030, una estrategia que busca fortalecer la resiliencia del sector agrícola mediante lineamientos operativos y estratégicos.

Además, se mencionaron otras iniciativas clave para la adaptación climática, como el proyecto de ley Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de Suelos (SIGESS), actualmente en discusión en el Congreso, y el convenio entre INDAP y el Centro del Clima y la Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile. Este acuerdo permitirá elaborar mapas de riesgo basados en datos de los usuarios para identificar áreas críticas y enfocar recursos en los sectores más vulnerables.

“Los recursos son escasos, y debemos ser capaces de focalizarlos donde más se necesiten”, enfatizó Rojas, destacando que estos programas aseguran que las soluciones lleguen a quienes enfrentan mayores riesgos por el cambio climático.