Cómo la tecnología del New Space puede transformar la agricultura

Opinión de Gianluca Redolfi, Chief Business Officer de Sateliot.

Pensemos en un propietario de un viñedo chileno que decidió adoptar la tecnología IoT para abordar sus desafíos de gestión de recursos, específicamente en torno al uso del agua y la calidad de los cultivos. Situado en una zona del valle central, propensa a sequías, necesitaba una solución que pudiera ayudar a reducir el consumo de agua sin comprometer la calidad de sus uvas. 

Con la ayuda del internet de las cosas, implementó una red de sensores de suelo inteligentes en sus campos. Estos sensores medían puntos de datos críticos como la humedad del suelo, la temperatura y los niveles de nutrientes, proporcionando información detallada sobre las condiciones que afectan a cada viñedo.

Con esta información, optimizó sus programas de riego, suministrando agua solo cuando era necesario en función de datos en tiempo real. Al afinar su enfoque, logró una reducción del 30% en el uso de agua (un ahorro significativo tanto en costos como en impacto ambiental), manteniendo al mismo tiempo la alta calidad de la uva esencial para su producción de vino. 

Esta estrategia basada en datos permitió a su dueño equilibrar sus objetivos de productividad con prácticas sostenibles, lo que demuestra cómo el IoT puede facilitar la agricultura inteligente incluso en entornos con recursos limitados.

A pesar de los resultados prometedores, la ampliación de IoT en la agricultura aún presenta desafíos. Una de las principales barreras es el alto coste de los dispositivos y la infraestructura asociada. Las explotaciones más pequeñas pueden tener dificultades para afrontar la inversión inicial en sensores, sistemas automatizados y análisis de datos. Sin embargo, el principal desafío es la falta de conectividad a Internet confiable, lo que limita el alcance de sus soluciones.

Las soluciones satelitales del NewSpace son particularmente transformadoras para los países con infraestructura y recursos limitados. En regiones donde las redes de telecomunicaciones tradicionales están subdesarrolladas o no existen, las redes satelitales ofrecen una conectividad esencial que puede llegar a las áreas más aisladas. Así como algunos países han pasado de 2G o 3G directamente a 5G, la tecnología satelital permite una digitalización acelerada al evitar la necesidad de una extensa infraestructura terrestre.

Esta rápida expansión de la conectividad ayuda a cerrar la brecha digital, lo que permite a las naciones en desarrollo participar en la economía digital global y fomentar un acceso más equitativo a las innovaciones de IoT.

El futuro de IoT en la agricultura es prometedor, ya que los avances en inteligencia artificial, conectividad 5G e IoT satelital impulsan una adopción más amplia y capacidades mejoradas. La IA puede impulsar las aplicaciones de IoT al analizar rápidamente los datos, lo que permite a los agricultores predecir el rendimiento de los cultivos, detectar enfermedades de manera temprana y tomar decisiones proactivas, como pronosticar los tiempos ideales de cosecha según los datos históricos y las condiciones actuales del suelo, lo que puede maximizar la calidad de los cultivos.

Si bien el 5G mejorará significativamente la conectividad rural al admitir una transmisión de datos más rápida y habilitar más dispositivos de IoT, la próxima evolución, las redes no terrestres (NTN), extiende el alcance de 5G más allá de los límites de la infraestructura terrestre. Esto garantiza que incluso las granjas más remotas puedan aprovechar los últimos avances tecnológicos.

La convergencia del NewSpace con IoT, IA y 5G transformará las operaciones agrícolas a nivel mundial. El futuro radica en las innovaciones impulsadas por el espacio, y estas nuevas posibilidades para la agricultura recién están comenzando a desplegarse.