UGRA -Minagri prepara estrategias de gestión de riesgos agrícolas frente a eventos climáticos

En 2023, las declaraciones de emergencia agrícola como consecuencia de incendios e inundaciones representaron una inversión de más de 62.000 millones de pesos para la atención de agricultoes afectados.

En Chile, los fenómenos naturales, como las lluvias intensas y el calor extremo, pueden tener un impacto significativo en los cultivos y en la producción agrícola. Conscientes de esta situación, en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres Agrícolas del ministerio de Agricultura (UGRA-MINAGRI) se dedican a minimizar los efectos adversos de los eventos climáticos y desastres naturales que afectan los sistemas agropecuarios y silvícolas.

Desde allí se busca fortalecer las capacidades de adaptación de los productores, preparándolos para enfrentar de manera autónoma la variabilidad y el cambio climático, a través de la generación de planes de respuesta efectivos. 

Según detalló Óscar Bustamante, representante de UGRA, las principales emergencias que se generan en esta temporada son los incendios forestales, pero también debe existir una preparación frente a otros fenómenos. 

“Hemos trabajado en coordinación con diferentes servicios que se involucran en el ámbito de los incendios forestales, que es la mayor amenaza de la temporada en la zona centro. También estamos previendo la posibilidad de lluvias altiplánicas en el norte chico y norte grande del país”, precisó durante una entrevista en radio Minagri. 

Según datos entregados por Bustamante, en Chile se queman alrededor de 70.000 hectáreas en promedio, pero en la temporada 2023-2024 el área afectada superó las 400.000 hectáreas.  

Para hacer frente a esto, ha sido clave la colaboración con la Corporación nacional forestal (CONAF), en la difusión de prácticas preventivas para agricultores y productores en todo el país, con el fin de reducir el material combustible alrededor de las viviendas. 

Al ser consultado sobre los riesgos agrícolas que representan eventos climáticos como, en este caso, los incendios forestales, Bustamante destacó la importancia de disminuir las vulnerabilidades con acciones enfocadas en mantener el pasto a una altura adecuada, mantener los cortafuegos y evitar el uso de indumentaria que pueda generar chispas en altas temperaturas.

En 2023, las declaraciones de emergencia agrícola como consecuencia de incendios e inundaciones representaron una inversión de más de 62.000 millones de pesos para la atención de agricultoes afectados.