Conozca en qué estado está la discusión de la normativa para la gestión sostenible de suelos agropecuarios

El proyecto busca conservar y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos agropecuarios.

El suelo es un recurso fundamental para la producción agrícola y la salud del planeta. Sin embargo, la degradación del suelo debido a prácticas agrícolas intensivas ha generado preocupación a nivel mundial. 

La normativa sobre el Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de Suelos Agropecuarios (SIGESS) ha sido enviada a la Sala de la Cámara de siputados para su segundo trámite legislativo. Su objetivo es promover prácticas agrícolas que mejoren y mantengan las propiedades de los suelos, asegurando su capacidad para la producción sostenible de alimentos durante los próximos 12 años.

El proyecto busca conservar y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos agropecuarios. Para ello, se introducen tres instrumentos principales:

1. Bonificación para la gestión sostenible de suelos: Se otorgarán incentivos económicos a agricultores que adopten prácticas sostenibles. El ministerio de Agricultura definirá las especificaciones técnicas y actividades bonificables.
2. Transferencia de conocimientos: Se fomentará la educación y capacitación sobre prácticas de manejo sostenible del suelo.
3. Fondo comunitario: Hasta un 10% de los recursos del sistema se destinarán a este fondo, el cual financiará hasta el 90% de los costos de proyectos seleccionados.

Sanciones

La normativa establece sanciones estrictas para quienes incumplan los requisitos o proporcionen información falsa. Quienes no respeten el plan de manejo deberán restituir los fondos recibidos y estarán inhabilitados para postular a nuevos beneficios por dos años. En caso de fraude o adulteración de datos, se aplicará una multa del 150% del monto solicitado y, si el operador acreditado incurre en esta falta, se le sancionará con una multa de 200 UTM y la eliminación del registro.

En este sentido, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles es esencial para restaurar y mantener la salud del suelo, garantizando su fertilidad a largo plazo y mejorando la productividad. A continuación te enseñamos algunas de estas.

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos consiste en alternar diferentes tipos de plantas en un mismo terreno de temporada en temporada. Esta práctica permite:

• Mejorar la fertilidad del suelo al reducir el agotamiento de nutrientes.
• Prevenir la proliferación de plagas y enfermedades específicas de un cultivo.
• Mantener un equilibrio saludable de nutrientes en el suelo.

Uso de abonos orgánicos y compost

El uso de abonos orgánicos y compost es una forma efectiva de devolver nutrientes al suelo sin recurrir a productos químicos sintéticos. Los abonos orgánicos mejoran la estructura del suelo, fomentan la actividad biológica y aumentan la capacidad del suelo para retener agua, lo que beneficia tanto a la tierra como a las plantas.

Siembra de cobertura

La siembra de cultivos de cobertura, como leguminosas o gramíneas, entre temporadas productivas ayuda a:

• Proteger el suelo de la erosión por viento o lluvia.
• Enriquecer la tierra con materia orgánica y fijar nitrógeno.
• Mejorar la infiltración de agua y reducir la pérdida de nutrientes.

Reducción de labranza

La labranza mínima o nula es una técnica que evita el volteo excesivo de la tierra. Al reducir la labranza, se:

• Protege la estructura del suelo y se preserva su biodiversidad.
• Minimiza la erosión y la compactación del suelo.
• Conserva la humedad del suelo, mejorando su capacidad para almacenar agua.

Manejo integrado de plagas

Implementar un manejo integrado de plagas (MIP) que combine métodos biológicos, mecánicos y culturales para controlar las plagas reduce el uso de pesticidas, lo que protege tanto al suelo como a los ecosistemas circundantes. Además, el MIP promueve el uso de depredadores naturales de plagas y cultivos resistentes a enfermedades.

Agroforestería

La agroforestería es una práctica que integra árboles y arbustos en los terrenos agrícolas. Esta técnica ayuda a:

• Mejorar la biodiversidad del suelo y aumentar la retención de agua.
• Proteger la tierra de la erosión y mejorar la absorción de nutrientes.
• Crear microclimas que favorecen el crecimiento de los cultivos.